Los vecinos de la Marina Alta ya saben de la fiereza del mosquito tigre.
La especie («aedes albopictus») llegó a la comarca el pasado verano
para quedarse. Y ahora, en este otoño de bochorno, los mosquitos han
proliferado y se han convertido en plaga. Los tigres, como ya adelantó
ayer este periódico, han acribillado a numerosos vecinos que, con
pomadas y remedios caseros, tratan de aliviar la hinchazón y escozor que
producen sus picaduras. Algunos incluso han tenido que acudir a
urgencias.
Esta especie se reproduce con facilidad en piscinas abandonadas, riegos de césped, cubos o macetas. Allí donde hay humedad (el calor actual va acompañado de noches humedas y de amaneceres con rocío) este mosquito prolifera a sus anchas.
Esta especie se reproduce con facilidad en piscinas abandonadas, riegos de césped, cubos o macetas. Allí donde hay humedad (el calor actual va acompañado de noches humedas y de amaneceres con rocío) este mosquito prolifera a sus anchas.